Minor Threat fue una banda estadounidense de hardcore punk, desde 1980 hasta 1983, siempre dentro de la, entonces, activa escena hardcore de Washington DC, denominada posteriormente "DC Hardcore".
Su estilo se caracterizó por canciones con mensajes directos en sus letras, tocadas muy rápidamente, algunas veces en menos de un minuto. Poco a poco fueron alargando el tempo y dotándolas de una mayor complejidad compositiva.
Se vieron rodeados de una gran polémica, ya que se los convirtió en referente ideológico de la corriente straight edge, inspirada por el contenido de sus canciones y de las de Teen Idles, un grupo en el que militaron dos de sus miembros.
El grupo comenzó en noviembre de 1980, cuando Ian MacKaye
(voz) y Jeff Nelson (batería), quienes provenían de Teen Idles, se juntaron con
Lyle Preslar (guitarra) y un amigo de éste; Brian Baker (bajo). Juntos formaron
Minor Threat y dieron su primer concierto un mes después. Obtuvieron un rotundo
éxito en el ámbito hardcore de DC.
A principios de 1981, grabaron su primera maqueta en su
propio estudio casero, The Inner Ear Studios, situado en el sótano de la casa de
MacKaye y Nelson. Pero descontentos con el resultado (que se editaría en 2003
como First demo tape) entraron a grabar de nuevo todos los temas, la mayoría de
los cuales formaron su primera referencia (Minor Threat). Con sus primeras
actuaciones y el single recién editado, llegó la polémica, ya que los textos de
MacKaye eran muy críticos, no sólo contra el sistema, sino también acerca de la
escena punk de la ciudad. Con canciones como «Straight Edge» o «Bottled
Violence», atacaron el modo de vida de muchos jóvenes punks, que entraban en la
espiral del alcohol, las drogas duras (sobre todo la heroína) y las
enfermedades de transmisión sexual. Proclamaron que no bebían alcohol, ni
fumaban, ni consumían drogas, ni llevaban una vida sexual promiscua (I'm a person
just like you / But I've got better things to do / Than sit around and fuck my
head / Hang out with the living dead / Snort white shit up my nose / Pass out
at the shows / I don't even think about speed / That's something I just don't
need / I've got the straight edge: Soy una persona igual que tú / Pero tengo
mejores cosas que hacer / Que quedarme sentado y hacerme mierda la cabeza /
Salir con muertos vivientes / Esnifar mierda blanca por la nariz / Desmayarme
en los conciertos / Ni siquiera pienso en el speed / Eso es algo que no
necesito / Sigo el "Straight Edge"). Su primera referencia es todo un
ejemplo de la velocidad con la que tocan: ocho temas en menos de diez minutos.
Su popularidad se disparó y realizaron una gira por las dos
costas estadounidenses, congregando en torno a 1000 personas cada noche que
actuaron. Por decisión expresa del grupo, todos sus conciertos fueron all ages
shows (conciertos para todas las edades). Y fue una consigna que no abandonaron
en su corta carrera.
Lyle Preslar decidió estudiar en la universidad, por lo que
el grupo se separó, pero después de unos meses, decidió dejar los estudios y
continuar con el grupo. Apareció entonces su segundo single In my eyes, en el
que las canciones se alargaron (algunas duran hasta dos minutos), sin perder la
potencia que les caracteriza ni los demoledores textos de MacKaye. En «Out of
step (with the world)» continua la temática Straight Edge ((I) don't smoke /
Don't drink / Don't fuck / At least I can fuckin think: No fumo / No bebo / No
follo / Por lo menos puedo pensar, ¡hostia!) o en «Guilty of being white»,
donde hablaba de lo opresivo de vivir en una sociedad en la que uno es minoría,
esta vez desde el punto de vista de un blanco que sufre el racismo de una
sociedad negra (I'm sorry / For something I didn't do / Lynched somebody / But
I don't now who / You blame me for slavery / A hundred years before I was born
/ Guilty of being white: Lamento / Algo que yo no hice / Lincharon a alguien /
Pero no sé a quién / Me culpas de la esclavitud / Cien años antes de que
naciera / Culpable de ser blanco). En este caso, la letra ha sido
malinterpretada muchas veces, y se ha acusado al grupo de racismo, a pesar de
que ela escena hardcore de Washington DC siempre se manifestó por ser
políticamente comprometida, abiertamente antirracista, antimachista y
antisistema.
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